El proyecto se articula alrededor de dos elementos simbióticos, una estructura arquitectónica cartesiana y un jardín que la invade, uno da soporte y el otro da vida, filtrando el aire, limitando el impacto del clima y del ruido circundante, dando cobijo y sombra a los miembros de la universidad y proveyendo de plantas medicinales para su estudio.
La estructura arquitectónica se aproxima a su entorno mediante diversas estrategias. Es permeable en diversos puntos y flexible en su distribución. Configura su piel según las condiciones, protegiéndose del fuerte soleamiento del sur mediante aberturas de pequeño tamaño en un muro de hormigón. Con una piel textil que difumina tanto sus contornos como los rayos del Sol, y la piel formada por las "baguettes" cerámicas, que tiene una doble función, durante el día actuará como una celosía, tamizando la luz directa, y por la noche minimizará las perdidas de calor hacia el exterior debido al calor acumulado gracias a la inercia térmica de la cerámica.
El jardín surge de la vegetación existente y se apodera del espacio libre de la parcela, convirtiéndolo en un jardín medicinal. Cuando se encuentra con la edificación, se apoya en ella, repta por su superficie y la envuelve, mutando en el recorrido, del suelo a la pared y de esta a la cubierta y la pérgola.
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Luis Cerezo Gandul, Arquitecto
Pablo Ruesga Contreras, Arquitecto
